VIGESIMO SEGUNDO DOMINGO T O (A)
MONICIÓN AMBIENTAL El banquete de la palabra de este domingo nos descubre la esencia del amor en la entrega de sí mismo. Jesús nos amó hasta el extremo en la Cruz y nos comunicó su vida divina en la Resurrección. El éxito de la misión evangelizadora depende de nuestra unión amorosa a Jesucristo a través del dolor y del sufrimiento, conscientes que esto es lo que permite la fecundidad de Dios entre los hombres. ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso, de quien procede todo bien, siembra en nuestros corazones el amor a tu nombre, para que, haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo. PRIMERA LECTURA M. El profeta Jeremías afirma cómo la Palabra del Señor era dentro de sus entrañas fuego ardiente que lo impulsaba a proclamarla. Lectura del libro de Jeremías 20,7-9 Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreír tod...