TRIGESIMO PRIMER DOMINGO (B)
MONICION AMBIENTAL: El Señor nos enseña la profunda inseparabilidad que hay entre el amor a Dios y el amor al prójimo. La autenticidad de hacer, pensar y hablar el bien respecto a los demás ha de estar íntimamente unido al amor a Dios. El amor al prójimo nace y se alimenta del amor a Dios a través de la escucha de la Palabra en la oración, de la frecuencia de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía. ORACION COLECTA: Señor de poder y de misericordia, que has querido hacer digno y agradable por favor tuyo el servicio de tus fieles, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos prometes. Por nuestro Señor Jesucristo. PRIMERA LECTURA M. El libro del Deuteronomio recoge la oración del amor al único Dios con todo el ser, repetida varias veces al día por los israelitas para no olvidar su fidelidad a la alianza con el Señor. Lectura del libro de Deuteronomio 6,2-6 En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: —“Teme al...